Cuatro militares y un civil mueren al estrellarse un helicóptero en Tenerife

Santa Cruz de Tenerife 

Cuatro militares y un civil fallecieron la pasada madrugada al estrellarse el helicóptero en el que viajaban en la playa de las Arenitas, entre Las Caletillas -zona residencial turística y habitada por unas 12.000 personas- y el casco urbano de Candelaria (Tenerife). Los militares y un técnico de mantenimiento volaban en un helicóptero militar BO-105 (número 149) del Batallón de Helicópteros de Canarias (Bhelcan VI), con base en Los Rodeos, a un kilómetro del lugar del siniestro. El aparato realizaba un vuelo de instrucción nocturno calificado por las autoridades militares de «normal y rutinario».

Los muertos son el teniente coronel Ignacio Topete de Grassa, que cumplía ayer 52 años, casado y padre de una hija; el comandante Juan Jesús Ponce Villena, de 36 años; el teniente de sanidad Andrés Barrera Castro, de 36 años, y el teniente José Luis Ruiz Talavera. Los tres últimos, casados y cada uno de ellos padre de dos hijos. El civil, Cesáreo Sánchez Pastor, era el técnico de mantenimiento.En una nota de prensa del Estado Mayor (quinta sección) de la Zona Militar de Canarias, se indica que el aparato «realizaba un vuelo de instrucción nocturno» y «cayó al mar por causas desconocidas».

Según el testimonio de dos testigos, un miembro de la Cruz Roja y un pescador, los militares no vestían traje de faena sino uniforme normal de paseo.

La Capitanía General de Canarias ha suspendido un ejercicio de exhibición previsto para el domingo en el municipio de la Laguna, con un helicópetero de la misma clase que el siniestrado.

Si bien ayer se desconocían oficialmente las causas del accidente, una fuente militar indicó a la agencia de noticias AIN que pudo deberse a «escasez de algunos repuestos» para atender las demandas de los técnicos de mantenimiento de los helicópteros militares.

Miedo entre los vecinos

El accidente se produjo sobre la 1.05 de ayer, y fue presenciado por numerosos testigos. Uno de ellos, Antonio Dorta, relató que pudo ver con prismáticos el vuelo irregular del aparato hasta que cayó al mar. «Pasó a 200 metros de mi casa y muy cerca de algunos edificios de más de 12 plantas; llegué a temer que se precipitara sobre las viviendas o sobre Unelco». La Unión Eléctrica de Canarias (Unelco) posee una, central en Las Caletillas.El helicóptero había despegado a las 0.55 de ayer de la base de Los Rodeos en misión nocturna de entrenamiento entre Tenerite y Gran Canaria, según informaron en Capitanía General de Canarias, donde no compartieron la extrañeza de los vecinos de Candelaria por la hora en que se realizó dicha instrucción. Un portavoz de capitanía aseguró que las prácticas nocturnas son «relativamente frecuentes».

En la tripulación del aparato figuraba el propio comandante en jefe del Batallón de helicópteros de maniobras (Bhelma VI), el teniente coronel Ignacio Topete de Grassa. Su cuerpo fue el último en ser rescatado, a las nueve de la mañana.

«Yo pensé que había sido una bomba», señaló Concepción García Sierra. Poco antes pudo ver que el helicóptero se desplazaba «de forma temeraria». «Yo no sé si realizaban un entrenamiento o no, pero sí vi que subían y bajaban peligrosamente sobre los barcos de pesca en la costa de Candelaria y que el vuelo rasante puso a los vecinos en vilo», indicó.

El aparato se estrelló a unos 100 metros de la costa y quedó sumergido bajo el agua. Ayer seguían las labores de rescate.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de septiembre de 1990