Sí se puede duda de la inspección de la central de Las Caletillas

Ciclio combinado de la estación de Las Caletillas / DA
Ciclo combinado de la estación de Las Caletillas / DA

Sí se puede pone en duda que la Central eléctrica de Las Caletillas, en Candelaria, supere el programa de inspección de instalaciones sujetas a Impacto Ambiental Integrado. El comité local de la organización ecosocialista en Candelaria recuerda que tanto el Plan Insular de Ordenación Territorial (PIOT) de Tenerife como el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Candelaria contemplan el cese de la actividad de la central térmica y hace énfasis en este recordatorio debido a la reciente publicación del citado programa en el Boletín Oficial de Canarias (BOC).

Sí se puede conoce los litigios en los tribunales sostenidos por parte de la empresa eléctrica Endesa con el Gobierno de Canarias sobre los límites de emisión de contaminantes, concretamente el dióxido de azufre, que siempre le han impedido obtener la aprobación del informe de Impacto Ambiental Integrado.

El portavoz del comité local de la organización, Alberto Rodríguez, muestra una vez más su preocupación por la prolongación de la vida útil de la actual central, al tiempo que insta al grupo socialista -en el gobierno del municipio- a que se oponga de manera real y efectiva a su continuidad. Este rechazo es aún más necesario cuando en 2015 se aprobó en el Ayuntamiento una moción que rechazaba la aprobación por parte de la Cotmac de la declaración de impacto ambiental para la creación de una nueva subestación y tendido aéreo en este mismo enclave. La aprobación de esta moción en el pleno municipal significa un compromiso jurídico y legal por parte del Ayuntamiento que lo obliga a evitar la ejecución de estas obras.

Rodríguez asegura que “se están sentando las bases para que la generación con energías fósiles contaminantes se eternice en el tiempo” y destaca también la ausencia de un plan de Infraestructuras Energéticas por parte del Cabildo. Esta situación es “una contradicción y una descoordinación manifiesta a la hora de la planificación energética de Tenerife”, asegura, “y lo es más aún el que concretamente la central de Las Caletillas se esté perfilando como base de un modelo energético desfasado, que conlleva más contaminación y peligro que el actual, debido a la introducción del gas natural y el consecuente gaseoducto que unirá las centrales de Granadilla con el futuro ciclo combinado fuel-gas de Las Caletillas.

Industria planifica más ciclo combinado para Las Caletillas

La central de Las Caletillas amplia su futuro pese a la oposición generalizada de la clase política local. / DA
La central de Las Caletillas amplia su futuro pese a la oposición generalizada de la clase política local. / DA

Lejos de acabar su ciclo este año, como inicialmente estaba previsto por una directrices que el Parlamento de Canarias fulminó, la central térmica de Endesa alargará su vida en Las Caletillas, al menos con un nuevo ciclo combinado que el Ministerio de Industria prevé para los años 2018 y 2020.

Así se desprende de la información que recoge el Ministerio de Industria, que publica en su página web un documento denominado Planificación energética. Plan de desarrollo de la red de transporte de energía eléctrica 2015-2020. Esta nueva planificación recoge, entre otros, la ampliación de la nueva subestación (SE) que se quiere acometer ahora en Las Caletillas (220 kilovatios), la ampliación de la subestación existente en el Polígono Industrial de Güímar (66 kv) y la construcción del nuevo ciclo combinado para Las Caletillas (220 kv), con fecha de alta para los años 2018 y 2020. Los dos proyectos de subestaciones en Las Caletillas presentados por Red Eléctrica Española tienen un coste de 2,1 y 4,3 millones de euros. Estas cantidades entran dentro de los 10 millones de euros que REE tiene presupuestado invertir en Las Caletillas para las nuevas líneas de alta tensión entre Candelaria y El Rosario, que ya cuentan con más de un millar de alegaciones.

Esta primera propuesta de planificación hace referencia también a los sistemas de bombeo y almacenamiento (plantas hidroeléctricas reversibles, similares al proyecto de Gorona del Viento en la isla de El Hierro, o al existente para Las Caletillas y elaborado por ingenieros de La Universidad de La Laguna), sin embargo no se recoge ninguna de estas infraestructuras en la isla de Tenerife durante el período de planificación (años 2015 al 2020), desoyendo así los acuerdos alcanzados entre el Gobierno central y la Comunidad Autónoma de Canarias en el Consejo de Ministros celebrado en Las Palmas de Gran Canaria el 9 de octubre de 2009, con la aprobación del denominado Plan Canarias, concebido como una estrategia integral para reactivar la economía isleña y frenar la sangría que el paro estaba provocando en Canarias en los primeros años de la crisis.

Plan que contemplaba un amplio abanico de inversiones y medidas económicas en las Islas que en teoría se plasmarían año a año en los Presupuestos Generales del Estado, según recuerdan desde la Plataforma Candelaria contra la Central, que afirman que “mientras en otras islas como en El Hierro o Gran Canaria se apuesta por las centrales hidroeléctricas reversibles, para el caso concreto de Tenerife estas opciones ni siquiera se tienen en cuenta en la planificación que se está elaborando. Y es que no nos debemos confundir, mientras la Consejería propone es el Ministerio el que dispone”.

Chira-Soria
Mientras en Tenerife no se apuesta por este tipo de infraestructuras de generación eléctrica, ya existe un acuerdo entre el Cabildo de Gran Canaria y Red Eléctrica de España para poner en funcionamiento la central Hidroeléctrica Chira-Soria.

Los vecinos de Caletillas denuncian la alta emisión de humo y gases de la central eléctrica

Desde hace más de 40 años los vecinos de Candelaria soportan las emisiones de la central térmica de la de Caletillas, una situación que se ha normalizado, aunque, según denuncian los residenes en el municipio, «hay ciertos días al año en los que este problema se agrava con una clara y evidente mayor emisión de humos contaminantes coincidiendo con la presencia de calima en la isla».

En este sentido la plataforma Candelaria contra la central, por un nuevo modelo energético Insular recuerda, a través de un comunicado, que las emisiones de partículas contaminantes supera ampliamente a las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de la mitad de los días del año.

En concreto, apuntan que «las emisiones de dióxido de azufre, por citar alguno de los contaminantes más peligrosos emitidos por la citada central, a la atmósfera son muy peligrosas para la salud, ya que es un veneno altamente nocivo, que aparte de ser causante de asmas y bronquitis provoca enfermedades aún más graves como inflamaciones en vías respiratorias, edemas pulmonares, paradas cardiacas y colapsos circulatorios».

En esta línea, aseveran que «las emisiones de gases contaminantes fueron especialmente activas durante toda esta semana, del 8 al 12 de diciembre, donde a diario se superaron las cinco horas de emisiones, mientras que el pasado viernes esta situación se prolongó durante doce horas consecutivas».

Los representantes de esta plataforma califican esta situación de «insostenible» y de «extrema gravedad» derivada de «la impunidad de la que goza esta multinacional derivada del beneplácito e inacción de las instituciones políticas que siguen pasivas ante este problema sanitario e instan a que la obsoleta Central térmica cese en su actividad que tantas veces se ha pospuesto», sentencian.

La isla de Tenerife: ¿hacia el infarto eléctrico?

Imagen de la central de producción de energía eléctrica de Granadilla, en el Sur de Tenerife. / DA

E. B. | Santa Cruz de Tenerife

Imaginemos un cuerpo humano. Un corazón que bombea sangre y un sistema circulatorio que la distribuye allí donde más se necesita. Si comemos, necesitamos más sangre en la zona de los órganos que intervienen en la función digestiva. Si hacemos ejercicio, bombeamos más hacia los músculos y los pulmones que sometemos a un esfuerzo.

Si pensamos en el sistema eléctrico de la Isla, simplificando mucho, las cosas funcionan de forma similar. La energía se produce en los centros de producción, los corazones que la bombean por un sistema de redes de distribución hacia todos los rincones el cuerpo insular. Pero hay algunos problemas. El sistema de arterias y capilares de la Isla no está preparado para una distribución segura y eficiente de la energía; tiene cuellos de botella, aneurismas que amenazan con colapsarse y provocar un infarto eléctrico. Y aunque en la actualidad la Isla está en reposo y demanda menos sangre, un previsible aumento de la actividad económica y de la demanda eléctrica llevaría a las fronteras de la asfixia porque los centros de producción no van a poder mantener el ritmo de la demanda.

Este es, de una forma muy reducida, el preocupante escenario del sistema de producción y abastecimiento eléctrico que conduce de cabeza, si no lo remediamos, a un shock. El primer problema es que quienes producen la energía y quienes la transportan son agentes distintos. Este modelo, que en principio no es ni bueno ni malo, sino todo lo contrario, se complica en Canarias por el particular modo de ser y de estar.

En las Islas, como en el territorio continental, existen redes de transporte y de distribución. Unas son como las grandes arterias que transportan la energía eléctrica por el torrente sanguíneo de la Isla, las redes troncales, y las otras, las de distribución, son la red de capilares que distribuyen luego la energía por las diferentes zonas a cubrir. Las primeras, las de transporte, son redes de 220 kilovoltios, que vendrían a suponer, a efectos de suministro de energía eléctrica, unos 200 megavatios. Las otras, las de distribución, son una especie de red minorista, que lleva la energía eléctrica a razón de unos 66 kilovoltios, lo que significa transportar unos 60 megavatios. En Canarias las redes de distribución, que eran mayoritarias, se incluyeron dentro de las normativas como redes de transporte, a efectos de acogerse a las subvenciones previstas por el Ministerio de Industria para el tendido de las grandes redes de transporte. ¿Consecuencia? Que cuando el Gobierno decidió la creación de Red Eléctrica Española (REE) para hacerse cargo de las redes de transporte, en Canarias se quedaron también con las de distribución, lo que ha complicado, y mucho, la vida y la gestión de Endesa.

¿Cuáles son los corazones de la producción eléctrica en Tenerife? Básicamente dos: la central de Las Caletillas, que produce el 25% de la energía que se consume, y Granadilla, que viene a producir el grueso, el 75% restante.

Las Caletillas tiene en la actualidad cerrados los grupos 3 y 4, con capacidad para 40 megavatios cada uno. Se les acabó la vida útil y han sido jubilados. Quedan dos turbinas de gas (que funcionan con gasoil) de arranque rápido, de 37 y 18 megavatios cada una, tres grupos diesel (motores, para entendernos) de 10, 10 y 7 megavatios y dos grupos de vapor de 50 megavatios cada uno. En total, una capacidad de producción teórica de 200 megavatios. La palabra teórica está en este caso muy bien empleada porque es difícil que todos los grupos de producción estén funcionando al mismo tiempo. Siempre hay averías, revisiones, cambios de piezas o incidencias varias que hacen casi imposible alcanzar el techo de producción teórico. Y ello sin considerar otros factores que Endesa no niega, como, por ejemplo, que algunos de estos, por obsoletos, son muy, muy contaminantes.

Granadilla tiene una capacidad de producción teórica de 720 megavatios. Tiene instalados dos grupos de ciclo combinado (que funcionan con fuel y pueden hacerlo con gas; eso dicen) de 210 y 240 megavatios.

Cuentan con otros dos grupos de vapor (que funciona con fuel) de unos 280 megavatios, dos diesel de 24 y dos turbinas de gas de 37 y 42 megavatios.

A esto hay que sumarle los motores instalados en Arona, con capacidad para producir 50 megavatios, y en Guía de Isora, dos grupos de 24 megavatios cada uno.

[apunte]

Muchas incidencias

¿Cuál es el consumo de la isla? Pues el consumo punta de Tenerife, es decir, el momento en el que más demanda energía, es de 600 megavatios. Cualquiera pensaría que la capacidad de producción disponible, sumando todos los centros de producción, es más que suficiente para cubrir esa demanda, pero no es así. Primero, porque las energías renovables no funcionan a demanda y toda su potencia apenas cubre el 10% de las necesidades de consumo. Segundo, porque los centros de generación de energía atraviesan por diferentes vicisitudes que merman su capacidad teórica de producción. Y tercero y quizás el más importante, porque las redes son manifiestamente mejorables y pueden dar, a medio plazo, algún grave disgusto. El mapa de redes de transporte y distribución de REE en Tenerife muestra cómo existe una potente red de transporte entre Granadilla y Las Caletillas y desde la central de Granadilla hacia el Sur.

Tras el paso del temporal Delta y sus devastadores efectos en la vieja red de torres -aún se recuerdan los hierros oxidados-, sobre las cicatrices de la antigua red se ha restituido un nuevo sistema de transporte hacia Santa Cruz. Las líneas de transporte eficientes funcionan con un principio de redundancia, un margen de seguridad, lo que los técnicos llaman ele menos uno (L-1); o lo que es lo mismo, que la suma de la energía eléctrica que se transporta por las dos líneas pueda llevarse en un momento dado por sólo una de las autopistas. Eso garantiza que en caso de una caída de una de las líneas la otra pueda absorber temporalmente el flujo de transporte eléctrico. Pues bien, eso no se da en muchos tramos de los sistemas de doble línea de Tenerife, que llevan colmatados, en algunos casos, hasta el 80% de su capacidad de transporte. Primer fallo grave, y no es el único que se aprecia.